Todo lo rígido termina por romperse...
Hola a todos, ¡feliz inicio de semana! Hoy opté por escribir en vez de grabar video, ya que cuando son temas que requieren un poco de más reflexión + inspiración, prefiero escribir :D
Comienzo con una frase que he escuchado (no recuerdo dónde, pero lo hice varias veces) sobre la rigidez, debido a que es el núcleo de este post.
Todo lo rígido, duro e inflexible, termina por quebrarse tarde o temprano. Y en mi experiencia personal con la maternidad, al inicio era muy teórica e idealista (de hecho desde el embarazo lo fui jijiij) y los resultados de esa inflexibilidad mental cobraron factura en mi cuerpo.
Cuando nació mi hija, quería ser la "madre perfecta"; hacer colecho, no dar biberón, ni chupón, no dejarla que llorara nada...etc; y el resultado fue nefasto; un acercamiento muy riesgoso al colapso mental y físico, pues había días en los que no dormía nada, y aún así me autoexigía hasta el agotamiento y la 'perfección'.
Tuve problemas de tristeza, desánimo y depresión, lo que se conoce como la depresión post parto, todo por querer alcanzar esos estándares de lo ideal y la teoría, lo que muchos expertos y expertas recomiendan (destaco el tema de los profesionales hombres, que ni siquiera han sentido un embarazo ni parto aunque sean ginecólogos o pediatras...) pero que en circunstancias reales, no siempre es posible aplicar.
Entonces, ¿qué se debe hacer? ¿Ignorarlos a todos y no informarse siguiendo sólo tu instinto? No, tampoco es la respuesta, con base a mi experiencia propia, diría que es como en la moda: Sólo aquello que te acomoda. No todo lo recomendado o sugerido por especialistas, siempre aplicará a ti, a tu contexto y necesidades, por eso es importante saber escucharte, para identificar en donde si, y en donde no, aún cuando tuvieses todo el anhelo de que así fuera.
Para esto quiero sincerarme con ustedes, el primer quiebre de lo ideal fue el biberón. Di biberón y sigo haciéndolo, aunque al comienzo intente darle la leche con jeringa, fue una tarea que se volvió sumamente difícil y tardada, sobre todo en días que me encontraba exhausta, a veces ya no sabía ni que estaba haciendo pero no quería "fallar"... Hasta que decidí que dejaría la jeringa y le daría biberón cuando fuese necesario.
El segundo quiebre fue el chupón, se dicen muchas cosas horribles sobre este artículo, que los dientes, que las infecciones, etc, tanta cosa... Lo único que yo puedo decir es que me ayudó a dormir y que mi hija también durmiera, logrando despegármela del pecho cuando prácticamente quería estar -literalmente- todo el día, aunque ya hubiese comido. Sin este, no lo hubiese logrado.
Tercero, el colecho. Hicimos colecho hasta los 3 meses, ahi decidí que era tiempo de pasarla a su cunita -aunque durmiéramos en la misma recámara- pues, ella se expande toda al dormir abarcaba todo el colchón y yo terminaba despertando toda torcida, sin haber dormido y estaba de mal humor y amargada. Entonces una dia dije "No más", mi hija no se va morir por dormir en la cuna, pero a lo mejor yo si, de continuar así...y la pase a su cunita. Santo remedio, ambas pudimos dormir y muy felices :)
Finalmente, los pañales. La bebé usa casi siempre pañalito de tela para evitar rozaduras y más contaminación, pero es súper pesado estar lavando pañales diario, y pese a que todavía sigue usando de este material, la verdad es que ahora soy más abierta a que use de los otros, sin sentirme culpable por hacerle mal al planeta, ya que...bueno, antes de cuidar al planeta, creo que es importante cuidarme a mi misma :)
Es todo. Ahora me siento mucho mejor de la forma en que llevo la crianza, y espero que estas reflexiones también les sean de utilidad en caso de que alguien de mis lectoras este pasando por esto; o en caso de que conozcan a alguna mamita primeriza que este así. Háganle un favor y compártanle este blog; no pasa nada por no ser 'perfecta', pero si pasa por ser una mamá amargada que no esta emocionalmente bien para sus hijos e hijas.
¡Gracias por tu tiempo e interés!
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