top of page

Ángeles y Bebés





¡¡¡Hoy cumple un mes mi bebé!!! Y estoy muy contenta, es por ello, que he decidido continuar con el blog, ampliando la temática, pasando del embarazo a la maternidad.


En esta ocasión les quiero compartir la reflexión en la que me encuentro: ¿cuál será la relación entre los bebés y el mundo espiritual? Lectores/as que tengan hijos/as, seguramente habrán notado que en algún momento, principalmente siendo bebés, sus retoños miraban a un punto fijo con mucha determinación e interés, como si hubiese algo o alguien ahí, pero cuando ustedes buscaban aparentemente no había nada. Esto ya esta ocurriendo con mi bebé y de ahí comencé a investigar sobre el tema, encontrando varios artículos en donde el asunto en cuestión es bastante común; siendo dos las formas en que han abordado la explicación: científica y espiritual-religiosa.


La primera, una investigación realizada por científicos en Japón, señala que los bebés hasta los 4 meses tiene una forma de visión distinta a los niños/as y adultos, por lo cual su sensibilidad es mayor y tiene la capacidad de detectar cambios en la luz muchísimo más sutiles que nosotros, siendo esta la razón por la cual pueden mirar fijamente hacía algún lugar como si en efecto hubiese algo ahí. Esta capacidad, refieren, desaparece después de los 5 meses de edad.


La segunda manifiesta que son seres espirituales los que observan los bebés, pueden ser ángeles, familiares fallecidos, u otros tipo de entidades benignas de planos superiores; en donde las diversas fuentes señalan que éstos se vuelven imperceptibles para las personas después de los 7 años, y otros que al cumplir los 12. No cito las fuentes porque son múltiples y sobre todo personales, es decir, de blogs de mismos padres y madres de familia, o de aficionados al tema de la maternidad y bebés.




Sea cual sea el caso y pese a que es poco el tiempo en donde mi bebé y yo hemos experimentado este suceso, en mi opinión creo que ambos argumentos son ciertos y correctos, explico el porqué:


El embarazo ha sido la etapa donde más experiencias vívidas de espiritualidad que percibido; fueron 4 específicamente -en donde una no la citaré- y a continuación les refiero 3 muy concretas: el anuncio de la concepción de mi bebé, el anuncio del sexo -incluso antes de que me hiciera la prueba de embarazo- y el aviso en sueños de que estaba tirando líquido amniótico, como una semana antes de que finalmente se me rompiera la bolsa y fuésemos al hospital para su nacimiento. Estos tres acontecimientos fueron súper puntuales y sobre todo vívidos como indico al inicio del párrafo. No es una cuestión de creencias, es una cuestión de hechos; al grado de que cuando estaba en consulta con el ginecólogo y éste me pregunto: ¿quieres saber el sexo del bebé? Como ya sabía le respondí: "ya sé, es niña"; a lo que él respondió que efectivamente así era.


Por tales motivos no descarto ninguna de las dos posibilidades con relación a la sensibilidad y percepción de los bebés e infantes. Este es un tema apasionante del que seguramente aún me falta mucho por aprender, y del cual espero seguir haciéndolo al lado de mi hija.




¿A ustedes les pasó algo similar con sus pequeñitos/as?

Cuídense mucho, ¡Les enviamos la mejor vibra y energía!

Baruj Hashem Adonai.



14 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page